Por fin llegó el día tan esperado, el que da inicio a nuestra experiencia Erasmus+ en Alemania (Braunschweig).
Cogimos el Transfer desde el Instituto Serrallarga de Blanes que nos llevó hasta el Aeropuerto de Barcelona, pero no sin antes tener un percance y es que una moto se chocó con el Transfer en un túnel y fue un pequeño momento de pánico, pero por suerte no pasó nada grave.
Nada más llegar al aeropuerto hicimos el chek-in y embarcamos las maletas grandes, y pasamos por el control de seguridad en el que había muchísima gente, y me tocó encender el portátil.
Cómo aún no teníamos puerta de embarque, nos quedamos un rato en la parte exterior desayunando hasta el momento que saliera la información, y en cuanto apareció fuimos directamente a embarcar y nos subimos en el avión.
Fue un vuelo increíble y muy tranquilo, en el cual también comimos todos porque ya teníamos hambre.
Al llegar al aeropuerto de Hannover y coger las maletas, encontramos que una de las maletas llegó rota, así que reclamamos.
Y al salir de recoger las maletas nos esperaban algunos de los alumnos de la Otto-Schule para ayudarnos a llegar hasta la estación de tren Braunschweig, en la que nos estaban esperando tres profesoras, para llevarnos hasta los apartamentos en coches.
Una vez llegamos a los apartamentos, nos dieron las tarjetas del transporte, que en otro post escribiré sobre ello porque es una auténtica maravilla. Firmamos algunos documentos y ya directamente nos enseñaron nuestros apartamentos, en los que rápidamente nos instalamos.
Una vez instalados, nos esperaba una de las profesoras para llevarnos a un restaurante, pero antes nos acercamos a un supermercado para hacer las primeras compras y poco después nos encontramos con nuestros profesores y con los profesores alemanes, la verdad que fue increíble, un lugar típico alemán donde había variedad de platos con patatas, muchas patatas.
La verdad que puedo resumir ese día como un día muy largo, pero lleno de anécdotas, risas, y agotamiento, dormimos ese día como bebés.